Entrevista de la Presidenta del Colegio de Enfermería de Segovia, María José Uñón


María José Uñón, presidenta del Colegio de Enfermería de Segovia, habla con pasión sobre su vocación, el trabajo colegial y la necesidad de visibilizar el papel de las enfermeras en todos los ámbitos. Cree firmemente en la implicación colectiva como clave para avanzar en la profesión y en no olvidar lo más importante de esta profesión que es “cuidar”.

1. ¿Por qué decidiste estudiar Enfermería?

Desde muy pequeña lo tuve claro: quería ser enfermera. En mi época se accedía por la rama de Biológicas y fue un camino que seguí con total convicción. Me presenté a Selectividad, saqué la nota que necesitaba y tuve la suerte de estudiar Enfermería donde quería: en la Universidad Autónoma de Madrid, en Puerta de Hierro.

Y, por supuesto, también me movía el deseo de cuidar a los demás. Esa parte humanitaria forma parte de lo que somos como enfermeras. Ahora se habla mucho de «humanización en los cuidados», pero yo me cuestiono que tengamos que ponerle ese apellido, porque cuidar con humanidad debería ser algo intrínseco en nuestra profesión. No es una moda ni una técnica: es nuestra esencia.

2. ¿Qué te motivó para presentarte a la presidencia del Colegio de Enfermería de Segovia?

No fue una decisión personal ni individual, fue una propuesta del grupo de personas con el que estaba trabajando en ese momento. Se propuso que encabezara yo la candidatura y acepté. Creo que cuando te preocupa tu profesión y confías en la institución colegial, te implicas. Lo importante es creer en el colegio como herramienta de defensa y visibilidad profesional. Yo no me presenté como una «abanderada», simplemente alguien tenía que encabezar la propuesta de todos y fui yo.

3. ¿Cuáles son tus principales objetivos y prioridades para el Colegio durante tu mandato?

Uno de los principales logros de los que me siento más orgullosa es la transparencia. Las cuentas están abiertas, el colegio está abierto, como siempre decimos: el colegio no es de una Junta, es de todos los colegiados. Además, trabajamos constantemente por dar visibilidad a la profesión, para que la sociedad entienda dónde puede y debe estar una enfermera. A raíz de la pandemia hemos ganado cierta visibilidad, pero aún queda mucho por hacer en ese sentido, sobre todo de cara al exterior. Hay otros colectivos que para lo sociedad “siempre están” pero a nosotras nos hace falta que se nos vea “mucho más”.

4. ¿Qué es lo mejor de tu trabajo?

A lo largo de mi trayectoria he pasado por la asistencia, la gestión y la investigación. En todas las etapas he encontrado cosas buenas, pero si tuviera que elegir una palabra que defina lo mejor de mi trabajo sería “cuidar”. Ya estés en asistencia directa, en primaria o en gestión, siempre estás cuidando. Esa es la esencia de nuestra profesión.

5. Y ¿lo peor?

Hay situaciones duras, momentos que enfrentamos a diario que no son fáciles. La muerte forma parte de la vida y hay que afrontarlo, pero duele. Por ejemplo, la pandemia fue muy dura, nos obligó a todos a enfrentarnos a muchas cosas.

6. ¿Qué consejo darías a quienes están empezando su carrera en esta profesión?

Siempre me he definido como una enamorada de mi profesión. Para mí, no es un trabajo, es una forma de ser. No trabajo de enfermera: soy enfermera. Y, eso es lo que intento transmitir a quienes empiezan. Ser enfermera o enfermero no es solo una salida laboral: es un compromiso diario con las personas y con la sociedad.

A las nuevas generaciones les digo que esta profesión requiere implicación, porque todo lo que tenemos hoy ha sido fruto de mucho esfuerzo. Mi generación ha luchado durante años por dignificar la Enfermería, por conseguir derechos, visibilidad, reconocimiento. Hemos avanzado, sí, pero aún queda mucho camino por recorrer.

Y ese camino ahora les corresponde a ellos y ellas. No pueden conformarse, tienen que seguir luchando, implicarse activamente en el desarrollo de la profesión.


Ir al contenido