En memoria de una joven enfermera zamorana

Era joven, deportista y familiar. Tenía un prometedor futuro por delante para desarrollar un trabajo vocacional y entregado a los demás como es el de la Enfermería.

Pero la vida de la enfermera zamorana Arancha Corcero se vio truncada el pasado 23 de octubre en trágicas circunstancias. Arancha fue atacada mortalmente por un grupo de perros de pastoreo cuando daba un paseo vespertino, como solía hacer habitualmente, entre su pueblo, Roales del Pan, y la localidad vecina de La Hiniesta, en el alfoz de la capital zamorana.

Arancha, de 27 años, se había graduado en Enfermería y había trabajado para el Sacyl, la sanidad pública de Castilla y León, en distintos centros de salud de la provincia de Zamora. En ellos había desarrollado su labor profesional desde la primera línea, la más cercana al paciente, para velar por la salud y los cuidados de los demás.

Su fallecimiento ha causado honda consternación en toda la Enfermería, en el ámbito sanitario en general y muy especialmente entre las compañeras que tuvo durante los años que trabajó para el Sacyl en Zamora.

El Colegio Profesional de Enfermería de Zamora ha transmitido su más sentido pésame a familiares y amigos.

Esta joven profesional sanitaria ha dejado un hueco difícil de llenar en los centros de salud en los que atendió a pacientes en las consultas diurnas y en las largas jornadas de guardia. Ya no podrá volver a ponerse el uniforme. Descanse En Paz.

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