“Nuestro desafío es que la enfermería sea valorada, no solo socialmente, sino también desde las políticas de salud”
Isabel Galán, presidenta del Colegio de Enfermería de Soria, nos comparte en esta entrevista su vocación por la enfermería, su motivación para asumir la presidencia del Colegio y su visión sobre los desafíos de la profesión, especialmente en un entorno rural como el de Soria. Galán destaca la importancia de avanzar en el reconocimiento y desarrollo profesional de la enfermería.
1. ¿Por qué decidiste estudiar Enfermería?
No tuve que decidir estudiar enfermería; fue algo natural para mí, quizás influida por los antecedentes familiares y el ambiente en casa, donde la salud siempre fue una prioridad. Nunca me planteé otra cosa, aunque en algún momento consideré estudiar Medicina. Sin embargo, entendí que la enfermería se ajustaba más a mis expectativas. Me atraía la idea de estar al lado de las personas en todo momento, con un seguimiento constante, las 24 horas, y eso es lo que define a esta profesión.
2. ¿Por qué tomaste la decisión de aspirar a la presidencia del Colegio de Enfermería de Soria?
No fue una decisión que surgiera por una inquietud personal inicial, sino por una circunstancia concreta. En aquel momento, la presidenta del Colegio de Enfermería de Soria ya no quería seguir, y alguien mencionó mi nombre. No había mucha gente disponible o interesada, y pensé que, desde mi perspectiva profesional, podría ser interesante explorar la organización colegial. Así que acepté, y formamos un equipo que desde el principio se enfocó en aportar y descubrir lo que podíamos lograr como colectivo. Con el tiempo, este grupo se ha convertido casi en una familia, y hemos encontrado un sentido común en promover y fortalecer la profesión de enfermería.
3. ¿Cuáles dirías que son las características y peculiaridades más destacadas de la práctica de la enfermería en tu provincia?
En Soria, la falta de enfermeras en las instituciones sociosanitarias es una realidad que agrava la precariedad laboral en la profesión. La escasez de personal no solo dificulta la atención adecuada a los residentes, sino que también provoca una sobrecarga en las enfermeras de Atención Primaria y en las pocas que trabajan en estas instituciones. Esta situación aumenta las jornadas y la presión sobre el personal, afectando tanto la calidad de los cuidados como el bienestar de las profesionales. Poner fin a la precariedad y garantizar condiciones laborales justas es fundamental para ofrecer una atención digna y eficaz a las personas mayores en nuestra comunidad.
La situación de la enfermería en Soria es similar a la del resto del país, pero con algunas particularidades importantes. Dada la dispersión geográfica y el envejecimiento de la población en esta provincia, especialmente en Atención Primaria, las compañeras suelen tener que llevar todo lo necesario en el coche para poder atender a la población rural dispersa. Muchas veces, literalmente viajan con maletas llenas de equipos y productos para prestar atención sanitaria en pueblos muy pequeños, donde viven personas mayores que requieren cuidados especiales. En el hospital, aunque en el fondo es similar al resto de hospitales, seguimos luchando para desarrollar al máximo nuestras competencias y cubrir las necesidades del área.
4. ¿Cuáles consideras que son los principales desafíos que enfrentan los profesionales de la enfermería?
Como enfermeras, hemos logrado avanzar al ritmo de la sociedad y tenemos una gran capacidad para adaptarnos y mejorar nuestras competencias. Sin embargo, un desafío importante es que este avance no siempre se ve reflejado en las políticas ni en la consideración que recibimos de las administraciones. Creo firmemente que debemos ser parte activa de todas las políticas relacionadas con la salud, como ocurre con otras profesiones sanitarias. Es crucial que se reconozca nuestro papel, no solo a nivel social, sino también desde el ámbito político y administrativo.
5. ¿Qué consejo le darías a los más jóvenes que se están iniciando en esta profesión?
No soy de dar consejos, pero a los jóvenes que empiezan les diría que conozcan y valoren el camino que hemos recorrido los que llevamos más tiempo en la profesión. Les invito a ser conscientes de que los derechos y condiciones que tienen hoy son fruto de las luchas previas y que su labor no solo es conservar lo logrado, sino también avanzar. El futuro de la enfermería y de la salud en general está en sus manos, y con su compromiso podrán seguir construyendo sobre lo que ya se ha conseguido.