La Enfermería cierra 2024 en la región con una nueva alerta sobre la escasez
de profesionales y el impacto en la calidad asistencial para el año próximo. El Consejo de Colegios de Enfermería de Castilla y León destaca la necesidad urgente de reforzar las plantillas y de mejorar las actuales condiciones laborales para atraer personal hacia la comunidad autónoma. El año cierra con avances en la visibilidad y la especialización profesional, pero con importantes retos por delante para garantizar a todos los ciudadanos una atención sanitaria de la máxima calidad
El Consejo de Colegios de Enfermería de Castilla y León presenta un balance del año marcado por la creciente preocupación ante la falta de enfermeras y las dificultades que enfrenta el sistema sanitario regional. En un contexto de aumento de la demanda asistencial, el déficit de cerca de 6.000 enfermeras en Castilla y León representa uno de los mayores desafíos para la profesión. “Se trata de un sistema sanitario sometido a una presión creciente” advierte el presidente del Consejo, Enrique Ruiz Forner. El envejecimiento de la población y la jubilación de miles de profesionales en los próximos años agravan esta situación. “Las enfermeras son esenciales para mantener la calidad de los cuidados en la región, pero cada vez somos menos y las condiciones laborales no son atractivas para las nuevas generaciones. La situación es insostenible sin una política firme para reforzar las plantillas”, agrega Ruiz Forner.
A lo anterior se suma que el 80% de las enfermeras en Castilla y León se encuentran en riesgo de sufrir trastornos psíquicos, según un estudio realizado este año. Factores como el estrés laboral, la sobrecarga asistencial y la falta de recursos contribuyen al aumento del denominado ‘burnout’ o el síndrome del personal ‘quemado’. En este sentido, el Consejo ha demandado medidas específicas para cuidar de la salud mental de los profesionales, incluyendo la creación de programas de apoyo psicológico y la mejora de las condiciones laborales.
Visión ante el 2025
El Consejo entiende que a lo largo del año se han registrado pequeños avances, pero considera imprescindible priorizar políticas de refuerzo en personal y recursos. También subraya la importancia de continuar trabajando en áreas como la seguridad laboral, la prevención de agresiones y la salud mental de las enfermeras. “Debemos mirar al futuro con determinación y compromiso. En 2025, seguiremos trabajando para conseguir por un sistema sanitario más justo, que valore y proteja a sus profesionales, porque sin enfermeras no hay cuidados,” afirmó Enrique Ruiz Forner.
