En los últimos años, las redes sociales se han convertido en una herramienta clave para los profesionales de enfermería. Más allá del uso personal, muchas enfermeras han encontrado en plataformas como Instagram, Twitter (X), TikTok o LinkedIn un canal para educar, inspirar y visibilizar la profesión, generando comunidad dentro y fuera del entorno sanitario.
En un sistema sanitario cada vez más saturado, donde el reconocimiento del trabajo enfermero sigue siendo una deuda pendiente, las redes han abierto un escaparate directo con la sociedad. Profesionales del sector comparten su día a día, explican procedimientos, desmontan bulos sanitarios y muestran el valor humano del cuidado.
En un contexto donde la labor enfermera es esencial, pero a menudo poco reconocida, las redes sociales ofrecen una ventana para mostrar el día a día de estos profesionales.
Educación sanitaria para todos los públicos
Muchas enfermeras utilizan sus perfiles para lanzar mensajes de prevención, salud pública y educación para pacientes. Desde consejos sobre cómo hacer un buen lavado de manos hasta explicaciones claras sobre patologías crónicas, cuidados en domicilio o salud mental, el contenido que generan puede tener un gran impacto social.
Esta labor divulgativa, además, puede ser una poderosa herramienta de refuerzo a la consulta presencial. Algunos profesionales incluso derivan a sus pacientes a sus cuentas para que refuercen lo aprendido o consulten materiales de calidad.
Enfermeros influencers en España
Uno de los perfiles más conocidos en Instagram es @enfermerasaturada de un enfermero gallego que actualmente trabaja en el Hospital 12 de Octubre. En 2012 creó su personaje “enfermera saturada”, y ha tenido un gran éxito en las diferentes redes. Concretamente en su cuenta de Instagram tiene 373 K seguidores.
@paumatalap es enfermero especializado en cuidados intensivos y atención a pacientes críticos. Apasionado de la tecnología y las redes sociales, actualmente desarrolla su labor en la UCI del Hospital de Castellón. Su perfil de Instagram, con una comunidad de más de 31.000 seguidores, destaca por ofrecer contenidos sobre enfermería con un enfoque original y siempre con un toque de humor.
Cristina García Pesqueira, conocida en redes como @cris_garpes, es una joven enfermera que ha logrado compaginar su vocación sanitaria con su faceta como influencer. Comenzó compartiendo sus looks en Instagram mientras cursaba la carrera de Enfermería, y poco a poco fue ganando visibilidad hasta alcanzar cerca de 100.000 seguidores.
Carlos Carrera Tomás (@carlosenfermero) es creador digital especializado en enfermería, dedicado a ayudar a crecer profesionalmente a otros enfermeros y enfermeras. Su filosofía se basa en “aprender enseñando”, compartiendo consejos, trucos y recursos prácticos para el día a día a través de vídeos y contenido educativo.
Redes como espacio de comunidad y apoyo
Las redes sociales no solo sirven para hablar al público general: también conectan a enfermeras entre sí. A través de hashtags como #EnfermeríaVisible, #SoyEnfermera o #NurseLife, muchos perfiles encuentran un espacio de pertenencia donde compartir experiencias, inquietudes o incluso recursos formativos.
En Castilla y León han surgido grupos informales en Telegram o Instagram donde se resuelven dudas, se comentan noticias del sector o se da apoyo emocional entre compañeras y compañeros.
¿Y los riesgos? Ética, confidencialidad y límites
La visibilidad también exige responsabilidad. Publicar contenidos relacionados con el trabajo sanitario debe hacerse siempre cumpliendo los principios de confidencialidad, protección de datos y respeto a los pacientes. Fotografías de pacientes, datos clínicos o comentarios ofensivos pueden suponer consecuencias legales o disciplinarias.
Desde los Colegios de Enfermería se recomienda seguir unas pautas éticas básicas y consultar con los responsables de comunicación si hay dudas. Además, es importante cuidar el tono, evitar generalizaciones y contrastar la información antes de publicarla.
Cuidar la marca personal
Las redes también son un escaparate profesional. Por ello, cuidar la imagen digital, evitar polémicas innecesarias y mostrar coherencia con los valores de la profesión es fundamental. Publicar contenido de valor, con rigor y respeto, puede abrir puertas a nuevas oportunidades formativas, laborales o de colaboración en proyectos.
Cada vez más enfermeras combinan la práctica clínica con la creación de contenido profesional, la participación en eventos o la colaboración con instituciones para campañas de salud.Las redes sociales son hoy una herramienta poderosa para la enfermería: permiten mostrar el trabajo invisible, educar a la sociedad, conectar con otros profesionales y reivindicar el papel central de los cuidados. Pero como todo canal de comunicación, exige responsabilidad, ética y formación para aprovechar todo su potencial sin comprometer los principios de la profesión.
